Hoy me la pusieron difícil. Durante este viaje he conocido mucha gente maravillosa, y a muchos de ellos los admiro muchísimo. Pero, creo que, sin vacilar mucho, puedo decidirme por hablar de alguien en específico.

En este viaje conocí a una persona, a una mujer, que pasó por muchas dificultades en su vida y aún así dio todo de sí para sacar adelante a sus hijos. Una mujer que nació, podría decirse, en la pobreza, pero con su fuerza de voluntad y trabajo arduo logró salir adelante, siempre con la mirada hacia arriba. Esa mujer no es otra que mi abuela materna, Dolores Rojas, quien desde muy joven tuvo que salir a trabajar a las calles, haciendo cualquier cosa que pudiese hacer, para ayudar a su familia a conseguir comida o lo que necesitasen.

Me duele admitir que no tuve la mejor de las relaciones con ella durante los últimos años de su vida, pero siempre estaré muy agradecido con ella, por haberle dado la vida a la mujer que luego me la daría a mí, y por enseñarle a ella que para lograr lo que quieres, debes trabajar duro y ser perseverante. Cosa que mi madre luego me enseñaría a mí y a mis hermanos.

Abuela, espero que me disculpes por no haber estado contigo en tus últimos momentos, y quiero que sepas que siempre, siempre, estarás conmigo, en mi corazón. Y tengo la certeza de que, aunque tu viaje terminó, seguirás cuidándome en el mío. Te amo.

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